El Consello Galego de Enxeñerías viene de sentar las bases para luchar contra el intrusismo profesional en el campo de la ingeniería. El equipo directivo de esta organización mantuvo recién una reunión en la que se sentaron las bases para luchar de forma coordinada y conjunta contra esta práctica ilegal. En este encuentro se expuso la necesidad de unificar criterios sobre la obligatoriedad de la colegiación. En base a ley de Colegios Profesionales en esta reclamación se hará hincapié en la obligatoriedad de colegiación a todos los titulados que aspiren a ejercer la profesión en el marco de profesiones reguladas. Los colegios velan para que las personas que desarrollan sus profesiones estén debidamente habilitadas y a partir de sus códigos deontológicos velan porque no haya abusos de poder.
Según los datos consultados, en los últimos años los niveles de intrusismo laboral en el campo de la ingeniería se elevaron, en muchos casos por no contar con el colegio profesional para certificar la aptitud profesional. Y por eso que los ingenieros gallegos habían reclamado al Ejecutivo autonómico de Galicia medidas que eviten este tipo de prácticas intrusivas, que perjudican a la imagen de la profesión y que, incluso, constituyen un peligro de seguridad para la sociedad. El hecho de que personas sin capacidad presten servidos para los que no están formados puede tener consecuencias trágicas para la ciudadanía. Así, lo que se pretende es que cuándo se contrate a un profesional colegiado se garantice la posesión de una formación y una acreditación suficiente y acorde a los servimos demandados. Los colegios profesionales se erigen, por tanto, como una garantía de calidad profesional ante la sociedad y para el propio profesional implica la confirmación y acreditación de su formación y experiencia.